Literalmente: «Trabajo (務) hecho con intención o propósito (作)».
Samu es el término que en la tradición del Soto Zen se refiere al trabajo comunitario consciente realizado como parte de la práctica espiritual. No se trata simplemente de “hacer tareas” o “cumplir funciones”, sino de cultivar la atención plena, la presencia y el espíritu de servicio en las acciones cotidianas.
Durante un retiro zen (sesshin), en la vida en un monasterio o en un centro de práctica, samu puede incluir actividades como limpiar, cocinar, cuidar el jardín, ordenar los espacios comunes o realizar tareas administrativas. Pero lo que define al samu no es el tipo de tarea, sino la actitud con la que se lleva a cabo: con cuerpo y mente unificados, sin dispersión ni resistencia, ofreciendo nuestra energía al bienestar del conjunto.
En la práctica de samu, no hay separación entre lo espiritual y lo práctico. La escoba, el cubo, el teclado o la sartén se convierten en herramientas de la vía. Cada gesto puede ser una expresión del Dharma si se realiza con entrega, gratitud y consciencia.
En la CSZCM, samu forma parte de nuestros encuentros, retiros y actividades como una forma viva de integrar la práctica en la vida, de cuidarnos unos/as a otros/as, y de recordar que cada momento contiene la totalidad de la vía.