Literalmente: «Caminar en línea recta».
Kinhin —también escrito a veces como kin hin— es el nombre que recibe la meditación caminando en el budismo Soto Zen. Es una práctica que se realiza entre sesiones de zazen, permitiendo estirar el cuerpo sin abandonar la atención consciente ni el recogimiento interior.
Durante kinhin, se camina lentamente en silencio, sincronizando cada paso con la respiración. Los movimientos son deliberados, precisos y serenos. Las manos se colocan en posición de shashu (mano izquierda cerrada sobre el pulgar, mano derecha envolviendo la izquierda, sostenidas frente al vientre), y la atención se dirige al acto de caminar como una expresión de la misma presencia que cultivamos en la postura sentada.
Kinhin no es un descanso de la meditación, sino meditación en movimiento. Caminar se convierte en una vía para integrar la práctica en el cuerpo, enraizar la mente en el aquí y ahora, y continuar en la vía del despertar instante tras instante.
En la CSZCM, kinhin forma parte de las sesiones de zazen, especialmente durante los retiros (sesshin), y se transmite con atención al ritmo, la postura y el espíritu de la práctica. Caminar juntos/as en silencio nos recuerda que la vía se recorre paso a paso, con cada respiración, en cada momento.
