Tisarana. Los Tres Refugios en el Budismo: Origen, Importancia y Significado

Los Tres Refugios o Tisarana es una de las prácticas fundamentales del budismo y se encuentra en el corazón de la vida espiritual de los practicantes budistas en todas sus tradiciones. También conocidos como la Triple Joya o las Tres Joyas, los Tres Refugios representan el Buda, el Dharma (las enseñanzas del Buda) y la Sangha (la comunidad de practicantes). Tomar refugio en estas tres joyas simboliza el compromiso del practicante con el camino budista y su aspiración a alcanzar la liberación del sufrimiento.

El origen de los Tres Refugios se remonta a la vida y enseñanzas de Siddhartha Gautama, el Buda histórico, quien vivió alrededor del siglo V AEC en lo que hoy es Nepal e India. Después de alcanzar el despertar bajo el árbol Bodhi, el Buda dedicó el resto de su vida a enseñar a otros el camino hacia la liberación. Estas enseñanzas, conocidas como el Dharma, fueron transmitidas a sus discípulos, que formaron la primera comunidad budista o Sangha.

La noción de refugiarse en el Buda, el Dharma y la Sangha surgió como una forma de expresar confianza y fe en el camino que el Buda había enseñado. Para los primeros discípulos, el Buda era el maestro iluminado que les mostraba el camino, el Dharma representaba la verdad universal y la Sangha era la comunidad que brindaba apoyo mutuo en la práctica.

Con el tiempo, esta fórmula se formalizó en el acto de tomar refugio y se convirtió en una práctica central en todas las escuelas budistas. Al tomar refugio, los practicantes se comprometen a seguir las enseñanzas del Buda y a confiar en la Triple Joya como guía en su vida espiritual.

La recitación de los Tres Refugios es una afirmación diaria para millones de budistas en todo el mundo. El acto de tomar refugio se considera el primer paso en el camino budista, ya que implica reconocer la importancia del Buda, sus enseñanzas y la comunidad en la vida de uno. La fórmula tradicional, recitada en pali, es la siguiente:

  1. Buddham saranam gacchami (Tomo refugio en el Buda)
  2. Dhammam saranam gacchami (Tomo refugio en el Dharma)
  3. Sangham saranam gacchami (Tomo refugio en la Sangha)

Cada línea se recita tres veces, lo que refuerza el compromiso y el significado del refugio. Es importante entender que este refugio no se toma como un acto de fe ciega en un poder externo o divino, sino más bien como una orientación consciente hacia los principios que guían al practicante hacia el despertar.

El Buda simboliza al maestro que descubrió el camino hacia la liberación y que muestra que cada ser tiene el potencial de alcanzar el despertar. No se trata solo del Buda histórico, sino de la capacidad que todos tenemos de despertar. El Buda se convierte así en la representación de la sabiduría y la compasión que yacen latentes en nuestro ser más profundo.

El Dharma se refiere a las enseñanzas del Buda, las cuales revelan las verdades universales de la existencia, como las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Óctuple Sendero. Siguiendo el Dharma, los practicantes pueden cultivar la sabiduría, la ética y la concentración necesarias para liberarse del sufrimiento.

La Sangha es la comunidad de personas que, inspiradas por las enseñanzas, se comprometen a practicar juntas el camino hacia la liberación. Tradicionalmente, la Sangha estaba compuesta por monjes y monjas, actualmente se considera que la comunidad laica también forma parte esencial de la Sangha.

Tomar los Tres Refugios no es solo un acto formal, sino un proceso continuo de profundización en el compromiso con el camino budista. Los Tres Refugios actúan como una brújula espiritual, ayudando al practicante a enfrentar las dificultades de la vida con claridad y serenidad. Al confiar en el Buda, el Dharma y la Sangha, el practicante tiene una guía constante en su vida diaria.

  1. Refugio en el Buda: Esto no implica una devoción a una figura externa, sino la confianza en el potencial inherente en todos los seres para alcanzar el despertar. Refugiarse en el Buda es recordar que la liberación del sufrimiento es posible y está al alcance de todos.
  2. Refugio en el Dharma: Las enseñanzas del Buda son el camino que conduce al cese del sufrimiento. Al tomar refugio en el Dharma, los practicantes se comprometen a estudiar y aplicar las enseñanzas en su vida, desarrollando virtudes como la compasión, la generosidad y la sabiduría.
  3. Refugio en la Sangha: La comunidad espiritual brinda apoyo en el camino hacia el despertar. La Sangha ofrece el entorno adecuado para la práctica, ya que facilita el intercambio de conocimientos y experiencias. Tomar refugio en la Sangha también implica un compromiso con la armonía y el bienestar de la comunidad.

A medida que el practicante profundiza su comprensión y experiencia del budismo, los Tres Refugios adquieren un significado más profundo. Tomar refugio no es un acto único, sino un proceso que se renueva constantemente en la práctica diaria. En los momentos de dificultad, los Tres Refugios ofrecen un ancla que permite al practicante mantenerse firme en el camino y enfrentar las vicisitudes de la vida con ecuanimidad.

El acto de tomar refugio también tiene un valor transformador. Al refugiarse en el Buda, el Dharma y la Sangha, el practicante se abre a una nueva forma de vivir, una vida basada en la búsqueda de la verdad, la compasión hacia todos los seres y el esfuerzo por superar el sufrimiento. Este compromiso, que comienza con la recitación de las palabras “Tomo refugio en el Buda, el Dharma y la Sangha”, se convierte en una fuerza que guía al practicante hacia una vida de paz interior y sabiduría.

Los Tres Refugios son el núcleo del budismo y su práctica. Tomar refugio en el Buda, el Dharma y la Sangha no solo simboliza el comienzo del camino budista, sino que también es un recordatorio constante del propósito y dirección en la vida espiritual. Es un compromiso que invita al practicante a confiar en su propia naturaleza original, despierta, a seguir las enseñanzas que conducen al cese del sufrimiento y a formar parte de una comunidad que apoya y acompaña en el camino.

Al comprender la importancia de los Tres Refugios, los practicantes pueden profundizar su relación con las enseñanzas budistas y encontrar en ellas un refugio genuino frente a las dificultades de la vida cotidiana. Tomar refugio es, un acto de confianza en el camino de la sabiduría, la compasión y la liberación.